54. DOMESTICANDO AL DRAGÓN BALAUR.
Después de complacer a su Luna, de todas las maneras que ella le pidió, y de comprobar que su esencia de mitad en verdad no ha sufrido ningún cambio. Mat deja dormida a Isis y regresa a donde Jacking. Al llegar se lo encuentra volando alrededor de la cueva.
—¿Cómo lograste hacer eso Jacking? —pregunta realmente intrigado, ya que a él le cuesta mucho mover las alas.
—Fácil, me conecté con Balaur —contesta Jacking en lo que se posa a su lado. — Dale, vamos a intercambiar para enseñarte.
Mat se queda en silencio por un momento observando a su humano. Luego lo abraza emocionado y al separarse le dice.
—Gracias Jacking, eres la mejor mitad humana que podría desear. Nunca le estaré lo suficientemente agradecido a nuestra madre Yat, por concederme ser tu alma de lobo.
—Yo también le estoy muy agradecido a ella y a ti, Mat —le devuelve el abrazo Jacking igualmente emocionado. —Nunca aceptaré otro lobo que no seas tú. ¿Cómo te fue con nuestra Luna?
—Nuestra Luna quedó muy satisfecha. Duerme