Capítulo 95 —Tu tío, mi cuñado
Narrador:
La sala de cine estaba ubicada en el ala derecha de la casa. Marcelo la condujo por un pasillo decorado con fotos en blanco y ne*gro, muchas de ellas, sin duda, elegidas por alguna decoradora, y finalmente abrió una puerta de madera maciza que dejaba ver una sala semioscura, con butacas reclinables de cuero y una enorme pantalla encendida con el menú de películas esperando.
—Esto es más serio de lo que imaginaba —comentó Sasha, dejando escapar una sonrisa.
—Te dije que era una sala de cine, no una excusa barata para encerrarte —replicó Marcelo mientras se dirigía al minibar de la esquina —los chicos están eligiendo qué película arruinar esta noche con sus comentarios idiotas.
—Una velada intelectual, veo —respondió ella con tono burlón.
Había al menos cinco personas, contando a Marcelo, en ese espacio. Todos hombres, en sus veintitantos. Uno le ofreció una copa apenas la vio.
—¿Sasha, no? —preguntó.
—Sí, gracias —aceptó la bebida, apenas humede