Capítulo 39
La mesa, impecablemente puesta, se veía menos como un lugar para cenar y más como un campo de batalla. En el centro, una gran bandeja de mariscos, un banquete de langostas, camarones y cangrejos brillaba bajo las luces de la araña. El aroma, dulce y salado, llenó la sala. Destiny se tensó, la gargan