—Y por ello pido un aplauso para los novios… —Los gritos no se hicieron esperar en el gran jardín de la mansión Blaine—. ¡Señoras y señores, les presento con gusto al señor y la señora Blaine!
Orión Blaine sonrió con una expresión llena de júbilo, mientras Sierra, con las mejillas sonrojadas, solo p