Triana estaba completamente molesta, no podía creer lo que había pasado. Todo ahora se había derrumbado, todo ahora estaba en un completo caos.
Antes llegó a considerar que Stephan podría ayudarla, pero parecía que no pudo hacerlo, que todo sería para mal.
Ella estaba devastada, más ante el hecho de que ahora estaba de rodillas en una celda fría, que podría incluso considerarse como una tumba.
Ella era la gran Triana Ayesa, ella era el lirio de la sociedad, una mujer que todos envidiaban y que todos admiraban ¿Cómo había terminado en esto? Todo era culpa de Destiny Rosewood, de ello no había la menor duda, ella había hecho todo eso posible. Y Triana la odiaba por ello.
—¿Qué haces allí tan pensativa? —Triana levantó la mirada y observó cómo la mujer que estaba allí frente a ella, era nada más y nada menos que Destiny Rosewood (Rachel), aquella que la había llevado a la desgracia.
—¿Tú? ¿Qué haces aquí? ¿Acaso quieres morir? —Rachel sonrió divertida ante la expresión de la mujer, más a