CAPITULO 80: ÉL ERA SUYO Y ELLA ERA DE ÉL.
CAPITULO 80: ÉL ERA SUYO Y ELLA ERA DE ÉL.
Enzo se estrelló dentro de ella de un golpe implacable. El aire abandono los pulmones de Lana en un grito áspero, y se sacudió debajo de él. Su grosor duro la llenó casi dolorosamente. Ella podía sentir cada centímetro de él, pulsando dentro de su húmedo calor.
Presionó la cara contra su hombro y gimió ruidosamente.
Y Enzo se retiró por completo, solo para volver a entrar en ella con tanta fuerza que lucho por respirar. La folló implacablemente, cada empuje con cruda necesidad.
—Te amo —susurró contra su cuello—. Y solo te amare a ti, mia vita.
Svetlana se apretó a su alrededor cada vez que le estrellaba contra ella.
Más fuerte.
Más rápido.
Más profundo.
Y pronto sus embestidas controlados perdieron su control.
— ¡Eres mía! —gruñó en su oído, con la respiración era áspera.
— ¡Si! —respondió ella, dolorosamente consciente de su necesidad porque sentía lo mismo.
La sensación era demasiado.
El cuerpo de Lana estaba hormigueando y fuera