Bebo café recopilando los momentos con papá, fue un
excelente padre, siempre estaba ahí para mí y apoyándome en todo momento. Mamá
no quería que fuera fotógrafa, pero el, papá, me insistió en que tenía que
hacer lo que me nacía del corazón y me daba felicidad.
Suspiro mirándolo, solo se escuchan los sonidos de los
aparatos y cierro mis ojos cuando el cansancio me toma.
—Leana hija.
Me despierto de inmediato cuando escucho mi nombre y los
ojos oscuros de mi padre me observan débilmente.
—Papá—me acerco a él—tranquilo papá,
no te esfuerce.
—Pensé que no ibas a venir—su voz es
tan débil—me alegra verte.
—No te esfuerces papa, guarda
energías papi.
Niega quitándose la careta de oxígeno, Lo veo tan débil que
me angustia, desata el miedo a perderlo.
—No, yo tengo que decirte
esto—habla—escúchame.
—Está bien, pero permíteme llamo al
doctor para que te revise.
—No—intento irme, pero sujeta mi
mano—escúchame.
Me da miedo, se ve agitado, se le nota el esfuerzo tan
horrible que hace para pro