7. Un amor imposible
No ha dormido. Scarlett sólo vio por la ventana buscando alguna posibilidad para escaparse. No la ha encontrado. En vano, dejó caer la cabeza en la ventana y así ha estado por unas cuantas horas.
Alguien toca a su puerta.
Es Dorothy otra vez, con una sonrisa. Trae su desayuno.
—Buenos días, señorita Scarlett —dice Dorothy—. ¿Se siente bien?
La comunicación con las personas de ésta casa será fatal. Sólo puede usar el lenguaje de señas con Mary…¿Mary? Una idea descabellada pasa por la mente de Scarlett al recordar lo que el señor Van Rome le haría al hospital de Mary y lo que le haría a ella. Dios. ¿Qué sucedió después que Cillian se la llevó? ¿Dónde está Mary? Scarlett aprieta los labios con pesar. Vuelve a Dorothy y se acaricia el vientre.
—¿Quiere ir al baño, señorita? —sabía que Dorothy es inteligente—. Oh, de acuerdo. Sígame, por aquí —responde Dorothy con una sonrisa luego de ver a Scarlett asentir.
Toma una bocanada de aire levantándose de la silla. Observa los pasillos con deter