26. Una enemiga de vuelta
Scarlett acaricia su vientre en ésta entrada noche. Gerald no volvió a aparecer, y la decisión es la correcta. La doctora Jane vino a revisarla y las indicaciones siguieron siendo las mismas. No hay ningún cambio en sus preciosos bebés. El estrés y la rabia que pasó con Gerald luego de que éste se marchara no afectaron a sus niños.
Los papeles destrozados de Esad los tiró a la basura mientras pensaba en todo lo que Gerald Van Rome sufriría cuando esto terminará. No la retendrá aquí en contra de su voluntad. Ni él quiso esto, ni ella tampoco. No puede obligarla quedarse aquí. Pero tampoco puede contarle la verdad. Esa que pica en su garganta.
Que no es la mujer que él decidió para tener a sus bebés. O lo demás que con solo pensarlo la quieren hacer vomitar, pero del horror. Lo cierto es que está muy lejos de América. Está en otra parte del mundo y Gerald la tiene condenada.
¿Condenada? Sólo se salva de que esté embarazada. No intenta escaparse no porque le tenga miedo. Scarlett se pone