~Marian~
Por alguna razón, nunca me han gustado los hospitales, es como si me sintiera ahogándome, la presión que causan en mí es muy incómoda, pero tenía que venir a ver a mi madre, no puedo dejarla sola en este momento donde me necesita.
No había tenido tiempo para darme cuenta de que si algo le pasa habrá muerto enojada conmigo por confesarle a mi padre que tenía un amante. Voy a morirme de culpa si eso sucede, nunca me lo voy a perdonar, yo debí callarme y no ser tan estúpida, todo por sentir que tenía el mundo en mis manos por el amor que me hizo sentir Luck.
El sonido de mis tacones golpean el piso formando un ruido molesto, las luces de los pasillos están opacas, es como si supieran mi estado de ánimo. Mi hermana camina a mi lado con mi mano tomada, mientras mi padre va unos pocos metros delante de nosotras, se ve afectado.
Me detengo en la ventana grande que da hacia la habitación de mi madre y una de sus piernas la cubre un gran yeso, las lágrimas corren por el sentimiento qu