~Marian~
~Dos semanas después~
Los días han pasado y parece que el dolor no se va de mí, es como si hiciera todas las cosas porque me toca y no porque quiero. El trato con las monjas ya es un poco más llevadero, aunque eso no quitas su mal trato. Simplemente, me toca aguantar para no meterme en problemas como la última vez.
Mi distracción ha sido Celeste, sin ella me volvería loca, sigue escapándose para el internado y nadie se da cuenta, es una chica bastante rebelde, pero me cae bien, me ha salvado de morir de la tristeza.
—Señorita Stevenson —me giro al escuchar mi apellido, es una de las monjas.
—¿Sí? —le pregunto en un tono amable.
—Tiene visitas, la están esperando en la oficina de la Madre Superior.
—¿Sabe quién?
Inquiero, pero me ignora y se va. Me quedo viendo a Celeste haciéndole una seña de que no sé quién es la persona que me vino a ver.
—Quizás es un atractivo hombre con muchas ganas de coger —bromea, logrando que me ría.
—¿Por qué siempre estás pensando en sexo?
—Porq