En la mañana siguiente, al despertar, ella encara su realidad con determinación. Tomando un largo baño, viste las mismas ropas de la víspera y se dirige a la mansión decidida a confrontarlo.
– Rebecca, buenos días. – Saluda Ryan al verla entrar en la sala.
– Hola, Ryan. Buenos días.
– Estaba esperándote, para resolverlo todo. ¿Vamos a la oficina?
– Claro. – Responde ella, siguiéndolo en silencio.
– Aquí está el acuerdo de divorcio. – Anuncia, acomodándose frente a la mesa. – Te pido que examines cuidadosamente todos los términos y luego firmes, por favor.
– ¿Dónde está él, Ryan? ¿Por qué no está aquí?
– Él no lo consideró necesario. Alex se fue a Nueva York hace unas horas. Todavía tenemos mucho trabajo por hacer.
– ¿Y cuándo regresará de Nueva York?
– Él regresa mañana por la noche. Tenemos una reunión programada con el grupo Murphy el jueves por la mañana.
Rebecca toma el acuerdo de divorcio y lo examina minuciosamente, alzando una ceja al darse cuenta de que recibirá veinte millone