Rebecca observa a Sophia, que solloza de tanto llorar. Aunque no comprende completamente la situación, Rebecca no puede evitar sentirse profundamente incómoda.
– Permítanme presentar formalmente a ustedes. Esta es Rebecca Jenkins Baker, mi esposa. – Alex anuncia, volteándose hacia la pequeña audiencia. – Les pido disculpas por esta confusión. No tenía conocimiento de que ella estaba trabajando aquí. Discutiré esto más tarde con ella. Rebecca, por favor, pide disculpas a ellos. Como propietaria del grupo Wealth Technology, no deberías estar aquí.
– Alex, no sé de qué estás hablando. No soy dueña de nada. No me disculparé. Tú me engañaste, eres tú quien debe disculparse.
– Una vez que el grupo me pertenece y tú elegiste casarte conmigo, también eres la propietaria. Por lo tanto, pide disculpas a ellos.
– No lo haré.
– No lo repetiré, Rebecca. Házlo.
– Está bien. Pido disculpas por cualquier cosa que pueda haber hecho, porque Alex me arrastró a esta situación. ¿Estás satisfecho ahora, ca