Bajo la escaleras detenidamente para apreciar la bella decoración que ha hecho Toño. Hermosos girasoles por doquier y flores amarillas pequeñas. Es muy elegante y alegre.
—No sé si poner las velas aquí— coloca una enorme vela que parece más un pilar—. O aquí.
—Toño esto es… hermoso— él sonríe de oreja a oreja, cuando llega Gina.
—Mi niña —me abraza con delicadeza—. Muchas felicidades, espero que vengan muchos años llenos de cosas buenas para ti.
Agradezco y pronto llega Hernández, estira su mano
—Señorita Vanessa, muchas felicidades— le sonrío y respondo su apretón de manos.
—Gracias—Después de unos cuantos minutos todo el personal ya me había felicitado—. Gracias a todos de verdad.
Bruno baja las escaleras y poco a poco el per