—No entiendo nada y no me interesa— le digo fríamente. Su cuerpo se acerca tentativamente al mío, puedo olerlo es menta, madera, sudor, embriagante.
—¿No te interesa?— está jugando conmigo
—Basta Bruno, déjame sola—retrocede
—Fue Sandra— escupe. El enojo invade mi cuerpo, esa mujer otra vez. Sigo sin mirarlo y enfoco la vista en los exámenes que ha puesto en mi mano, puedo leer muchos nombres y números pero no entiendo nada. Recorro el papel hasta un texto con letra manuscrita, es el veredicto del médico:
Diagnostico:
Niveles altos de Escopolamina en el cuerpo.
2 g.
Condición: Mortal
Tratamiento: desintoxicación…
El dolor en mi pecho no cesa. Mientras él estaba en un hospital internado yo ¿en mi casa?, lo miro molesta.
&md