No tengo nada que temer, con respecto a mi bebe, el no lo quiere, pero voy a asegurarme de que no pueda cambiar de opinión después, ya que él le tira parejo al loco ¡Dios como permití que un hombre como él me pusiera las manos encima!.— Me pregunto con rabia.
Salgo del auto, y avanzo con seguridad