Anastasia no tuvo dudas de que ese par se caerían a golpes si ella no hacía nada, por eso puso una mano en el pecho de Sebastián y con voz suplicante expresó —Por favor no Sebastián, no vayan a irse de las manos, déjame arreglar esto con Cristóbal—. Al ver que el rostro del hombre no se relajaba, volvió a decir— Por favor, no me pongan en una difícil situación.
Sebastián se quedó observándola por un momento y luego con más tranquilidad manifestó —Si me necesitas solo llámame y estaré junto a ti.
Esas palabras lograron cabrear a Cristóbal quien sin importarle que podía volver a despertar la furia en el otro hombre espetó —.Anastasia jamás te necesitará, para eso estaré yo y procura mantenerte alejado de ella, porque no confío en ti, l