Salgo de la casa, me subo al coche y
conduzco hasta mi destino. Anoche
tuve que planear todo para que saliera todo bien y ojalá que
salga porque sino yo me muero.
Me sentía muy nerviosa y a la vez tenía mucho miedo. Aparcó
el coche un poco lejos de mi destino, sacó de la guantera las dos pistolas que
suelo llevar, me las meto dentro de la chaqueta.
Voy caminando muy despacio y
mirando que nadie me vea, encima era de noche, solo a mi se
me ocurre hacer esto y bueno a mi padre también.
Entró dentro de la nave donde habían
quedado Ignacio con el mafioso ruso,
escucho a alguien que hablan, me
escondo donde puedo, veo en la sala
que estoy y lo que vi me aterrizó,
era Ignacio, estaba en una silla atado
y llevaba sangre en la cara, me voy
acercando y me arrodillo delante de él.
-- Ignacio ¿Que a pasado? -- siente mi voz, él intenta
hablar pero se le hace muy difícil, al parecer le habían dando una buena
paliza. -- Dime si a sido el ruso, asiente con la cabeza si a
sido -- el asiente.
Siento