POV MAGNOS.
Amor y alegría eran las emociones que dominaban mi corazón en aquel momento. Ver a mis cachorros en el monitor y oír sus corazoncitos latiendo era la mayor felicidad que ya experimenté.
— ¡Nuestros cachorritos son perfectos! Qué satisfacción estoy sintiendo. Poder ver los brazos, las piernas, los rostros, todo formado, es muy emocionante — habló Cosmo, sin conseguir controlar su alegría. Él comenzó a aullar de felicidad en mi mente. Yo sonreí, compartiendo su euforia, pues estaba sintiendo lo mismo.
— Son lobitos muy fuertes. Finalmente seremos padres. Estoy contando los días para poder tomarlos en mis brazos y abrazar a uno por uno — comenté, feliz. Helio comenzó a hablar, entonces dejé a Cosmo de lado para prestarle atención.
— Vamos a intentar ver el sexo de los cachorros — dijo Helio, y mis ojos se agrandaron de sorpresa.
— ¿Ya se puede saber el sexo de ellos? — pregunté, emocionado.
— Sí, alfa. Los cuatro ya tienen las partes íntimas formadas, entonces es posible