30-Las consecuencias de mis palabras...
Después de cenar, mi Nana aprovechó para contarle a Adam muchas anécdotas de mi adolescencia, y para mí desgracia, escogió las más vergonzosas.
-Buscaré el álbum de fotos para que veas a Elisabeth cuando era pequeña-Dice con demasiado entusiasmo, y mi alarma de peligro se activó.
-¡Ni hablar!, no es necesario aburrir a Adam con fotos antiguas.
-Yo quiero verlas-Me informa en voz baja cerca de la oreja.
-¡¿Que quieres ver mi habitación?!, por supuesto-Me pongo de pie-Te la puedo mostrar sin ningún problema.
-No Elisabeth, yo no he...
-Claro, claro-Lo interrumpo-No tienes que insistir, vamos de una vez.
-Le mostrarás tu habitación, o quieres que él te enseñe su estetoscopio-Habla mi Nana entre dientes y toma lentamente un sorbo de su vaso mientras mira hacia otro lado.
-¿Mi estetoscopio?, ¿te sientes mal?-Me pregunta mi inocente y dulce Adam, con expresión preocupada-Lo dejé en el auto, puedo ir por el-Se levanta.
-Yo me siento excelente, la que habló de tu estetoscopio fue ella-Señalo