EL PRIMER BESO… ANTES DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 24. Humana
EL PRIMER BESO… ANTES DEL DIVORCIO. CAPÍTULO 24. Humana
La noche en el hospital había sido eterna. Los relojes parecían no avanzar y cada segundo se sentía como una tortura. Entre el olor a desinfectante, el murmullo de los pasillos y la tensión en cada respiración, nadie había conseguido pegar los ojos.
Rebecca, tal como le había dicho a Camilo, rentó una habitación en el hotel justo frente al hospital. No lo pensó demasiado: había que mantener a todos en pie, y eso incluía asegurarse de que Chelsea no se desplomara de agotamiento.
Ni siquiera sabía por qué lo hacía, así que se consoló pensando que se estaba limpiando el karma de todos los malos deseos que le habían cruzado la mente desde su divorcio.
Pasó por una tienda cercana y le compró algo de ropa sencilla a Chelsea: unos jeans, una camiseta clara y un suéter cómodo.
—Ven conmigo —le dijo, sin darle espacio para una negativa.
Chelsea apenas tenía fuerzas para discutir, así que se dejó llevar como un fantasma hasta la habitación