KIERAN:

El demonio alzó una ceja, desafiandome a actuar. Sonreí apenas imperceptiblemente ante su amenaza, que pretendía darme miedo. Lina al fin dio la espalda y se alejó por donde sus hermanas se habían marchado. Sin vacilar, di un paso hacia adelante con determinación. Marcus, el brujo mayor, se colocó a mi lado.

—¿Es un servidor de Crimsonox? —preguntó, haciendo que lo arrodillaran y colocando su bastón en la frente—. También tiene el mismo hechizo que tenían las humanas. Mira la marca que le borraste; apareció de nuevo. Esa no es su imagen. ¿Y dices que ellas se percataron de que no era su hermano? ¿Estás seguro de que no tienen nada de sobrenatural?

—Tal vez haya más en ellas de lo que parece —respondí, manteniendo mis ojos en el ser frente a nosotros, que forcejeaba contra las cadenas de plata que lo mante