Estaba nervioso.
Había preparado la cena en un tiempo récord y ahora se mordía las uñas.
Después de haber hablado con Elenah le había estado dando vueltas a la charla y lo había decidido.
Iba a pedirle a Mitch ser su sumiso.
Quería al hombre.
Mirando hacia la puerta, esperaba que entrara de un momento a otro.
Su paciencia fue recompensada pues tras unos cuantos minutos oyó la llave en la cerradura y lo vio aparecer.
-Nene ya he llega...-
Mitch se quedó sorprendido al ver a Derek de pie y en mitad del salón.
-¿Nene? ¿Ocurre algo?- preguntó Mitch.
El moreno caminó hasta él, le asió con firmeza del rostro con ambas manos y le besó con ganas.
Mitchell no se contuvo.
Tirando el maletín al sofá, se despojó de la chaqueta con impaciencia.
Inmediatamente de