No podía emitir ni una simple letra.

Podía notar cómo los labios del castaño lo envolvían por entero.

Cómo le provocaba espasmo tras espasmo.

No lograba tener las piernas quietas y no tardó en doblarlas por las rodillas.

Apoyando los pies en el colchón tomó impulso...

Y empezó a mecer la pelvis al mismo ritmo que la boca del mayor.

Sus manos se abrieron sobre la colcha y sus dedos la aferraron con fuerza llegando, incluso, a hacerse daño.

Mitch acarició sus piernas en sentido inverso, alcanzando sus rodillas.

Rodeándolas las agarró por la corva y...

Tiró de él hacia abajo.

Derek dio una exclamación sin sentido al verse justo debajo del hombre.

Respiraba agitado.

Viendo cómo sin soltarle las piernas, hizo que le rodeara con ellas.

Sin necesidad de hablar, Mitch dirigi&oa