Haciendo sonar la llave en la cerradura, abrió la puerta del ático. Derek se enderezó en el sofá a la vez que dejaba a un lado el libro que acababa de empezar a leer. Mitchell apareció tras la puerta y mirándole cariñosamente le saludó:
-Hola nene-
Rápidamente el chico se puso en pie de un salto y contestó:
-Ho...hola, no...no supuse que llegarías tan...temprano y...pues...no...no he...preparado la...cena...aún -
El mayor no borró la sonrisa y acercándose a éste acarició su mejilla
-No tienes que disculparte, ni me he acordado de avisarte que ya volvía -alzándole la cara, acercó la suya y depositó un cálido beso en sus labios. El chico cerró los ojos. Empezó a notarse excitado. Sus pantalones comenzaron a apretarle. Le llevaba ocurriendo desde que supo lo que era un orgasmo a manos del hombre. Ambas bocas se abrían y cerraban a la vez. Mitchell paseó una de sus manos por el torso del moreno hasta que llegó a su entrepierna. La notó dura y con rapidez em