Capítulo 4.
¿Mala suerte?
Brian estaba furioso y de vez en cuando pateaba el agua que se metía por sus zapatos…
- …DETÉN EL MALDITO DILUVIO YAAA…
Sus gritos no llegaban a ninguna parte, y mientras más furioso se ponía más rápido caía el agua, y en una de esas no detectó una alcantarilla que estaba completamente desbordada y por lo alto del agua no se veía…
Así, que Brian terminó cayendo allí adentro pensando que seguía siendo la acera lo que estaba pisando, pero su cuerpo se sumergió en un agua oscura y algo se le enredó en el tobillo haciendo que poco a poco se fuera hundiendo, por lo que el joven terminó por zafarse los zapatos con todo y medias e impulsarse para salir de aquellas aguas estancadas…
El olor que había agarrado lo hizo vomitar en el acto, pues el pobre Brian había tragado un poco de esa asquerosa y contaminada agua al momento de caer…
- Qué maldita mala suerte la mía la del día de hoy...
Pero entre más continuaba avanzando, ahora lo hacía con mucho más cuidado, porque mientras caminaba, algunas piedritas le pinchaban las plantas de los pies y esto le generaba obviamente un intenso dolor…
Fue entonces que a lo lejos se vio una lucecita parpadear, tal vez estaba alucinando o tal vez no, pero se bajó inmediatamente de la acera y empezó a correr hacia la luz cayéndose varias veces y raspándose las rodillas del pantalón tipo padrino…
Brian, de repente llegó a lo que parecía ser una plaza o un parque, estaba vacío; por obvias razones habían árboles que podrían protegerlo por un rato del agua, y un grupo de edificios y casas al frente del parque que tenían las luces apagadas, y que obviamente, por la intensidad de la lluvia nadie se atrevía a salir para no enfermarse…
Y empezando ya a caminar por aquel parque, el hombre terminó pisando un gran porción de excremento de perro fresco y resbaló hasta caer de cabeza en las piernas de una mujer, que de inmediato se levantó y antes de que pudiera reaccionar lo golpeó repetidamente con un bolso.
-Tú, bastardo acosador, ¿quién te crees que eres para venir en mi dirección y sobre mí?
El hombre intentó hablar, pero la joven le dio una patada directo a las costillas…
-Eso es para que no te me vuelvas a acercar porque yo sí sé defenderme…
Y mientras empezaba Brian a tocarse los bolsillos buscando su identificación recordó que esta se encontraba en el saco que el perro le había robado y que su teléfono probablemente se había quedado en la alcantarilla dónde había caído hace un rato, al igual que las llaves tanto del auto como del Penthouse, que ya no se encontraban en sus bolsillos, la suerte no estaba de su lado y esto era sólo una muestra de ello.
La joven malinterpretó la búsqueda del hombre en sus bolsillos creyendo que sería un arma lo que sacaría, por lo que ella se abalanzó sobre él pegándole con el bolso en cualquier dirección que cayera…
Realmente ella no sabía defenderse, pero batía el bolso contra el aire en dirección al hombre hasta que este simplemente quedó inconsciente en la grama de aquel parque…
Entonces, Daliana corrió de inmediato hacia el apartamento que rentaba frente al parque, pues la joven solamente había salido a ese parque porque sabía que estaba vacío por la lluvia y nadie la vería llorar y desahogarse a causa de las deudas que empezaban a acumularse.