Otra noche donde la pesadillas se vuelven dueños de sus tranquilos sueños, no ha podido dormir bien y cada vez siente más miedo de dormir, porque siente que son reales, que ella en serio está siendo perseguida por esos tipos hasta llegar a un callejón sin salida, ahí tono se torna negro y solo escucha las risas y luego gritos. Quería buscar una solución para esto o pronto terminaría enloqueciendo, ni siquiera había vuelto a dormir desde que despertó, la hora de levantarse para ir al palacio llegó y se sentía muy agotada, estaba incluso pensando en que podía decir que no se encontraba bien y por hoy faltaría, pero al final quedó en pensamientos esa idea, porque igual se arregló y subió el carruaje.Como la vez anterior se fue en silencio, no tenía ánimos de hablar, lo que para los guardias era algo muy extraño. Uno de ellos la saluda esperando a que saque su espontaneidad como anteriormente, pero Charlotte saludó sin sonreír y mirarlos a los ojos. Esto no era nada normal y se veían en
-¿No son pesadillas?..._Pregunta Charlotte a Nala.Como había planeado en un receso del príncipe Williams se había ido a la cocina para habla con ella de lo que le sucedía. Le había comentado todo lo que había estado soñando, había concluído de que se trataba de pesadillas, pero para estar más segura Nala quiso hacer una revisión en ella un poco más extensa, era probable que se tratara de una simple pesadilla, pero si se repetía constantemente la misma escena una y otra vez, entonces esto ya no era una pesadilla, sino que podía tratarse de los recuerdos de la verdader Charlotte Wilkinson. Con el tiempo que Sofía llevaba en el cuerpo de Charlotte, ya era momento que llegara recuerdos de la verdadera, incluso ella pensaba que se habían tardado en aparecer, pero ahora estaban aquí y Sofía recuerda que estos empezaron a aparecer cuando salió con los Reyes de caza, recuerda que se habló de los rebeldes y su cuerpo entero se estremeció, jamás había sentido un miedo en ese extremo, era una
Con paciencia el gran día llegó, en cada casa del pueblo las jovencitas de alta sociedad ya esperaban ansiosas las hora para empezar a arreglarse, no importaba si debían llevar los corsé más apretados que de costumbre, porque hoy las solteronas debían conseguir a su galán y futuro esposo. Claramente sin mostrarse urgidas las que ya estaban pasando de las edad en la que ya deberían de estar inclusos con hijos, con calma atraerían la atención de los caballeros y saldrían con una victoria de ese baile.Entre tantos hombre codiciados por las familias estaba Wilfred, como era sabido sus padres también buscaban una mujer de buen provenir para seguir con el legado familiar y llevar con el orgullo el apellido, y más de preferencia que su primer hijo sea barón. Desgraciadamente Wilfred no prestaba atención a esos matrimonios arreglados, y menos esperaba el amor, no tenía tiempo para ello, pero con tanta insistencia de sus padres por medios de cartas exigiendo que se comprometa antes de que ya
Después de tanto tiempo había salido del palacio, el sentimiento que tenía en esos instantes le hacía picar las manos por el miedo a que se dieran de cuenta de que había salido del palacio con el príncipe y se malinterpretara como si estuviera huyendo, porque no se podía esperar mucho de Arthur. Creería hasta el final que ese hombre sin sentimientos la tacharía como lo peor frente a todos y su fín sería decretado en unas horas, pero quería mantener la fe de que todo saldría bien. Disfrutaría junto con su hijo y regresarían sin levantar sospechas de nadie.-Su majestad, hemos llegado..._Anunció el caballero que había sido cómplice de todo este embrollo. -Por favor no se quiten la carpa y esperen a mi señal.-Gracias..._Amalia bajó de la carreta y ayudó a su hijo a bajar. -¿Cuál es su nombre?-Ethan.El fiel caballero de su majestad Arthur, y que también era hermano de uno de los alumnos de Charlotte, había aceptado el favor que Nala le pidió para sacar a la reina por unas horas solamen
Arthur debía calmar a ese necio corazón, que dolía por pensar en la posibilidad de que Charlotte tuviera sentimientos por ese joven, y de ser así ¿Qué haría?Inmerso en sus pensamientos no es consiente de la expresión de dolor que su rostro demuestra, a los ojos de Charlotte parece sumergido en la agonía. Ella se siente sorprendida por lo que sus ojos han llegado a apreciar, de nuevo estaba contemplando otras facetas de Arthur, se estaba llegando a convencer de que este hombre si era humano.-¿Su majestad?...- Pregunta preocupada por su repentino cambio.Arthur está por responder para calmarla, pero escucha detrás de Charlotte observa a una mujer cargar a un niño, ambos llevan capa como él, lo que no es normal. La gente del pueblo no tiene la necesidad de vestir de esa forma estando en una fiesta, esto no le da buen presentimiento e intenta llegar con esas personas, pero Charlotte es rápida, pone sus manos sobre el pecho de Artur captando su atención, el parece deslumbrado y su corazó
¿Qué estaba sucediendo?Esa era la repetitiva pregunta que Charlotte se hacía desde que había finalizado el baile de la primavera. Hay algo extraño con Arthur, alrededor de ella se comporta de una forma que jamás lo vio actuar, es como si ella fuera especial para él, lo que no tiene sentido. Si no hace mucho que se conocen, ¿Qué era lo que inducía a Arthur a actuar de un modo… Gentil? Y otra gran pregunta que no salía de su mente, era el latido de su corazón. ¿Por qué palpitaba tan fuerte? Tal vez sería por nervios a que alguien los vea y mal entienda la situación, o porque él la asesinó e inconscientemente se asunta al tenerlo tan cerca… No, porque el día de caza no se sintió así hasta que él… —¡Demonios!...— Grito de dolor al pincharse con una aguja.—¿Qué te sucede? Estás rara desde el baile de la primavera…— Comentó Dalin.—Nada, solo estoy estresada porque en unos días habrá una reunión del consejo en el castillo y ellos esperan que Williams ya sepa dominar algunos temas…— Mint
Otra noche de tormento, la enfermedad de su padre solo empeoraba cada vez más. Los doctores no veían salvación alguna, lo único que dijeron es que debía prepararse para lo pero y con esto se referían a la muerte. El Rey Francis un hombre que fue un buen rey, siempre se preocupó por su pueblo y vio lo mejor para este. Como fue un buen rey, también fue un buen padre. Siempre estuvo pendiente de su hija y de que jamás se sintiera solo aunque el tuviera sus obligaciones, trataba de darle en el gusto a su hija en lo que fuera sin llegarla a malcriar y había hecho un buen trabajo el solo criándola, pues su difunta esposa murió en el parto.El amó y protegió a su hija enseñándole los valores de la vida, siempre fueron muy unidos, pero cuando el le mencionó el tema del matrimonio se distanciaron un poco. Sofía se negó objetando de que esa no era la vida que ella quería, no quería reinar y casarse con un desconocido. Su padre intentó calmarla diciéndole que sería Arthur, lo que empeoró todo...
¿Qué escapatoria había? Tendió su mano y Arthur colocó un anillo en ella, sus sueños se le escapaban de sus manos, vivir una vida llena de rutinas que no eran las que ella quería, vivir casada junto con un hombre que no podía amar, era algo que la estaba llevando al borde de la locura.-La boda será en un mes.-..._Sofía no dijo nada, en estos momentos no le importaba nada. Solo quería encerrarse en su habitación y de ahí no salir jamás, pero la vida no era como ella quería, aunque su padre haya muerto tendría que hacer los arreglos para la boda que absurdamente era en un mes, no había respeto en la muerte de su padre, un mes era muy poco tiempo después de la muerte de su padre, pero esto había quedado arreglado por su padre antes de morir.Cuando llegaron al palacio Sofía se bajó y corrió hacia su habitación, estando ahí ya pudo sentir la paz que necesitaba, estar esos minutos ahí en el carruaje con Arthur no le era de su agrado y además de que se sentía algo incomoda.Se desvistió y