TE DESEO.
Emely, pasó la mañana con Lisbeth, afinando los últimos detalles de la boda, luego pasó para retirar su vestido, se lo probó y le quedaba exactamente como había esperado. Pasó por su restaurante y decidió que como todo marchaba bien, podría abrir el fin de semana tal y como lo había planeado.
Poco antes del almuerzo llegó a su casa, su madre no estaba, así que se dedicó a preparar la comida, tomó una larga ducha, se lavó el cabello y luego se dedicó a secarlo. Se sentía un poco agotada, así que no supo cuándo se quedó dormida.
Despertó cuándo eran poco más de las cinco de la tarde, revisó sus redes sociales y conversó un poco con su familia, tomó un nuevo baño y se preparó para ir a invitar a Liliana y Luciana a comer helados.
—Últimamente sales todos los días, hija mía— le dijo su madre— y siempre, preciosa.
—Gracias por el cumplido— le sonrió peinando su cabello—Quizás vuelva un poco tarde.
—De acuerdo, tesoro, diviértete, te lo mereces.
A las seis y media, aproximadamente estacionó