¡- No!
Sudoroso, Zola se despertó sobresaltado tratando de alcanzar a su bebé. Los chillidos de Sofía la ayudaron a volver a la realidad. Alcanzó la lámpara con mano temblorosa y casi la tiró.
Se llevó la mano a la frente sudorosa y rápidamente se levantó de la cama para recoger a su bebé.
- Silencio... ya estoy aquí.
No sabía si era a ella o su hija a quien intentaba tranquilizar mirando a Raphael que aún dormía. La pesadilla que acababa de tener no era una coincidencia. Y se dejó caer en la cama al lado de Raphael y acarició la espalda de su bebé tratando de entender.
Una mano se deslizó detrás de su espalda. Tenso, se sentó con los ojos bien abiertos como si nunca hubiera dormido.
- ¿Zola? El hombre preocupado, tocándose la frente. Estás caliente mi amor, ¿estás bien?
- Yo. tuve una pesadilla que alguien me robaba a Sofia, la estaban secuestrando y yo no podía atraparla. Explicó asustada.
Se incorporó por completo y le dio un beso en la sien, con el rostro lleno de dolor.
- Mi amor