Celina lo miró a los ojos, profundamente. Las lágrimas caían sin control.
Thor soltó sus brazos y se alejó.
—Tengo culpa. Por no haber resuelto mi vida con Isabela antes de involucrarme contigo. Me equivoqué. Debería haber prohibido su libre acceso a mi penthouse antes de llevarte ahí. Pero quería quedarme más tiempo contigo. Porque no estoy jugando a la casita, Celina.
Hizo una pausa, respirando profundo.
—Me equivoqué por haber tenido relaciones con Isabela sin preservativo. Y ahora está embarazada. Supo muy bien cómo atraparme con eso. Sí, el matrimonio está arreglado, pero todo por interés familiar. No tuve opción... hasta conocerte.
Thor dio un paso adelante.
—Estoy aquí reconociendo mis errores ante ti. Pero tú... ¿pusiste la cabeza a funcionar? Porque en la cena, yo estaba contigo. Todo el tiempo. Y al final, me fui al cuarto a resolver mi vida, porque tú eres mi prioridad. ¿Y qué hiciste?
Celina sollozó.
—Amor... perdóname. Pero ponte en mi lugar. Me quedé en la sala, e