Ese día, me levanté con muchos pensamientos en mi cabeza, miré a Pablo que aun dormía, lo abracé, lo besé.

Ese día me sentía realmente bien, ya no sentía que debía complacer a Raúl, me había hecho algunas llamadas días atrás y no se las contestaba, o cuando le contestaba con todo el asco del mundo, le decía que estaba ocupada, que en un momento lo llamaba, la verdad solo quería que ese hombre desapareciera de mi vida.

-Hola hermosa, como dormiste, descansaste un poco?

-Si amor, dormí bien, a pesar de todo lo que Julio me contó anoche, estoy bien, mis padres podrán estar en paz cuando Raúl pague por lo que ha hecho.

Besé a Pablo, subí sobre él y le hice al amor de la manera más dulce que podía haberlo hecho, moviéndome hacia arriba y hacia abajo, ya no me daba pena verlo a los ojos mientras le hacía el amor, hacia ya una semana que no hacíamos el amor, porque estaba con mi periodo, creo que los dos lo disfrutamos mucho.

Entramos a la ducha, debía ir a la universidad, Pablo al hospital,