C87: Es mi responsabilidad corregirlo.
Al llegar a la mansión, Nathaniel ingresó a ella bastante descolocado por lo que le habían dicho sobre su hijo mayor y pensaba exigirle explicaciones del porqué inventaban semejantes barbaridades. ¿Acaso Massimo les hizo algo y ellos buscaban darle una lección? Sea cual fuese el motivo, ansiaba con todas sus fuerzas escuchar de Massimo que todo se trataba de una mentira y que jamás sería capaz de asesinar a alguien.
—¡Massimo! —exclamó, retumbando la casa—. ¡Massimo! ¡¿Dónde estás?! ¡Tenemos que hablar inmediatamente!
Caminó a paso apresurado cuando, de pronto, su bastón resbaló, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al suelo. La caída no fue grave, pero le costaba volver a ponerse de pie.
Taylor salió de su habitación tras reconocer la voz de Nathaniel y dio un sobresalto al verlo en el piso.
—¡Abuelo! —soltó, acercándose a él rápidamente para ayudarlo a levantarse.
—Yo puedo, yo puedo… —replicó, tratando de que Taylor se hiciera a un lado para intentar incorporarse por su