—¿Para dónde vas? ¿Por qué tienes tanta prisa? ¿No vas a desayunar? —interrogó frunciendo el ceño con confusión.
—Lo hago luego, es que tengo algo urgente que hacer, espera en unas horas y lo sabrás… —se vistió, la besó de nuevo y salió como si lo estuvieran persiguiendo.
Por fin se levantó, camin