—Bueno, ¿quién quiere contar una historia divertida mientras comemos?
Las niñas inmediatamente posaron su mirada en Cristal.
—Titi un uento —le pidió Grecia y Fabiana secundó con un aplauso emocionada.
—¡shiii! Yo tamben quelo un uento tía.
Cristal vio a sus sobrinas tan ilusionadas pidiéndole u