Justo cuando sus labios se estaban posando en el vaso, entró corriendo Cristal, quien había recibido la llamada de Conrado, patinó en el piso y chocó con Salomé haciéndole que el vaso de jugo le cayera encima de la ropa, ante la sorpresa de esta.
—Lo siento cuñis, ¡Soy tan torpe! —le dijo haciéndol