JHARED.
Tocan la puerta suavemente, y luego de darle permiso, Molly, mi secretaria asoma la cabeza mostrando su sonrisa tímida.
—Sr. Rogers, llegó otra chica interesada en el puesto —comenta, y suspiro presionando dos de mis dedos en el puente de mi nariz.
— ¿Qué piensas tú? ¿Se le ve potencial? —pregunto sin mirarla, cansado de recibir postulantes y más que todo personas más interesadas en obtener más información sobre lo sucedido con los Kimura.
—No lo sé, dímelo tú…
Levanto la mirada de golpe al reconocer aquella voz, y al verla sonreír con sus mejillas coloradas, y su cabello recogido en una coleta alta. Mi estúpido corazón se acelera como un perro obediente, esperando que llegue su dueño.
—Pero me doy cuenta que es costumbre no contratar a las postulantes sin conocerlas.
— Gina…
Pronunció su nombre levantándome, observando todo en ella como si la viera por primera vez.
Es…
— Los dejo…
Mi secretaria cierra la puerta lentamente hasta dejarnos a los dos solos, notando cómo la t