Jhared
Sonrío al ver su cara sonrojada mientras acomoda su ropa, apartándose de encima de mí a punto de derribarme al suelo, lista para huir, pero tomo su mano, la cual jala sin mirarme.
— Suéltame, suéltame —me mira nerviosa por unos segundos, y la jalo con fuerza, sentándola encima de mí. —¡Jhared! —me susurra acompañado de un chillido.
— Vamos a mi habitación, no pienso dejarte ir mostrando tus pechos a todas las personas —le comento con una sonrisa divertida, y ella me observa de igual forma detallando mi rostro por unos segundos, los cuales me hacen sentir un poco incómodo.
— Está bien —suelta una risilla.
La ayudo a levantarse colocando mis manos en su pequeña cintura, y ella se aparta tomando una de mis manos, jalándome hacia mi habitación casi a punto de correr.
Subimos las escaleras, y como buen inspector de áreas observo su trasero balancearse frente a mí mientras subimos.
Al entrar a la habitación, ella suelta mi mano deteniéndose a un lado para dejarme pasar, pero me acerc