Lucía
Hemos recibido la invitación de compartir la cena con toda la familia, David no estaba muy de acuerdo, en realidad él solo quería quedarse en cama y descansar, pero le he dicho que sería buena idea compartir un momento agradable.
La comida es deliciosa y la gente está por mucho muy callada, creo que no tienen mucho que compartir o simplemente no quieren hacerlo.
Los chicos hablan en voz baja, los hermanos de David hacen ligeros comentarios y todo parece estar en orden. Parece.
—David, ¿cuánto tiempo planeas que debamos quedarnos aquí? —escucho la voz de Carmina e instintivamente me siento molesta. Escucharla decir su nombre no es muy agradable y la verdad no sé si me estoy dejando llevar