Una pelea por amor y obsesión.
El ruso por ser mafioso pensaba que podría ganarle en una pelea al abogado. Volvió a reír pensando en que tenía la ventaja.
— ¿Si eso es lo que quieres? Pero te advierto que vas a perder y voy a llevarme conmigo a Fiorela. El que pierda va a dejarla ir. — Pietro iba a darle la paliza de su vida a ese imbécil que se había atrevido a desafiarlo abiertamente. No podía matarlo ahora porque los Ferreti primero lo mataban a él y lo mandaban al infierno.
Adriano se pasa el dedo pulgar por la barbilla rápidamente, se enfrentaría al ruso por la mujer que quería conservar a su lado. Se quitó el fino saco, se recogió las mangas de su camisa blanca, y entregó su pistola a su primo Alessandro.
El mafioso ruso hace lo mismo, Pietro estaba acostumbrado a la violencia ruda. Esto no era nada nuevo para él.
Ambos hombres se pusieron en posición de pelea, levantaron sus puños a la altura de sus pechos. Los hombres apenas tenían grasa en su cuerpo. Eran estilizados y con músculos gracias a sus