No la dejes ir, debes conquistarla.
La comida para el CEO Ivanov estaba completamente arruinada. Se disculpó para ir al sanitario e hizo una llamada.
— Sergey. ¿En donde te has metido? ¿Ya regresaste de América?
— He vuelto. Pero hoy mismo voy a salir de aquí. ¿Estás libre? Si lo estás en una hora te veo en el aeropuerto.
— Justo estaba queriendo tomarme unos días. Acabo de terminar el juicio con un caso bastante difícil. Mi equipo y yo sí que lo tuvimos bastante complicado.
— ¿Pero ganaste?
— Por supuesto, tu duda me ofende. Mi cliente está libre y con el récord más limpio que el alma de un bebé recién nacido.
— No se espera menos de ti, Adriano. Eres el mejor abogado que conozco. Por cierto, quiero contratar tus servicios.
— ¿En qué lío te metiste ahora? Siempre tienes todo en órden. ¿Acaso embarazaste a una chica y ahora te está demandando para que reconozcas a su hijo?
— Que gracioso abogado de Luca. Nadie me está demandando para reconocer mi paternidad. Pero quiero precisamente que comiences los