Tuve no sé si fue un recuerdo.
Me has dado el regalo más perfecto hermoso, el próximo mes será la pasarela de la moda en Milán, no sé si iré, definitivamente, no creo que me despegue ni un segundo de ustedes.
Zoé solo lo miraba sonriendo, ella se sentía inmensamente feliz de ver a su hijo con el padre, ella pensaba que por el amor que Dean le tenía a su hijo, tal ves cambiaría un poco la actitud de esposo infiel.
Después de dos días en la clínica Zoé volvió a su casa, esa casa estaba llena de rosas rojas, no había casi por donde caminar, era espectacular, un jardín dentro de la casa, ella se sintió un poco mareada y un leve recuerdo vino a su mente de ver muchas rosas como las que estaba viendo en ese momento, es posible que Dean en algún momento hubiese hecho eso mismo para un cumpleaños, el día que se casaron ella no sabía donde había vivido algo similar.
Al entrar a la habitación del niño, aquello era espectacular unas paredes en un celeste claro, con nubes blancas pintadas en todas ellas, una cuna en color blan