CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE: UN PARA SIEMPRE O UN AMOR PARA TODA LA VIDA.
Alice Collins de Vaughn.
La mañana se va entre risas. Matt y Aiden están felices; verlos hablar con Matthew me llena de dicha y de una felicidad que jamás había sentido antes. "De esto se trata construir una familia", me digo a mí misma. Doy un asentimiento de cabeza, respondiendo: "Sí, tiene que ser". Me estoy convenciendo de que esto es real y no un sueño.
—¡Mami! —me llama mi pequeño de ojos azules. —¿Papá y tú nos darán más hermanitos?
Su pregunta repentina hace que casi me atragante con el waffle. Toso, golpeando mi pecho, y Matthew corre a auxiliarme. Paso el susto más grande de mi vida, pensando que iba a morir.
"¿De dónde demonios sacan esas preguntas?", pienso, absorbiendo el agua y pasando el nudo que tenía atorado.
—Mami, ¿estás bien? —pregunta Aiden, con sus ojitos asustados.
—Sí, amor, ya estoy bien —digo, aún tosiendo un poco y con la voz ronca por el atragantamiento.
Levanto la mirada y encuentro a