24| Ayuda extra.
Ismael se sentó en la silla frente a la cama de Hanna. Hacía unos 20 o 30 días que no se veían y Hanna notó que estaba un poco más ancho.
— ¿Tus clases de artes marciales van bien? Supongo  —  le preguntó ella. El joven se encogió de hombros.
 — Se llama artes marciales mixtas y sí, van muy bien, pero no vine aquí a hablar de mí. Necesito que me cuentes qué es lo que está pasando, ¿por qué tu esposo ahora es musculoso?
Hannah se encogió de hombros y se acostó en la cama mirando hacia el techo.
 — Estuvo tomando cosas hormonales para los músculos, algo así. Los meses que estuvo de vacaciones no hizo más que entrenar y hacer eso.
— ¿que no teníamos problemas cardíacos? Eso lo pudo haber matado  —  ella suspiró únicamente como respuesta.
 — La verdad es que no lo sé, desde que llegó de su viaje. Es casi como otra persona  —  Ismael asintió — Sí, lo noté, hay algo diferente en sus ojos, ni siquiera me reconoció, está más loco que antes  —  Hanna seguía en la cama, la mañana era fría y ll