La cena fue un espectáculo incómodo para ambos. Brith y Brihana estaban sentados uno frente al otro, mientras Eleanor hablaba animadamente sobre sus viajes y anécdotas familiares. Ambos fingían sonrisas y asentían en los momentos adecuados, pero la tensión entre ellos era palpable.
Brith no podía dejar de mirar a Brihana. Su rostro estaba sereno, pero sus ojos evitaban encontrarse con los suyos. Cada vez que ella levantaba la copa para beber, sus movimientos eran precisos, casi mecánicos, como si estuviera siguiendo un guion.
Por su parte, Brihana sentía cómo la mirada de Brith la quemaba. Sabía que él la estaba observando, pero se negaba a mirarlo. No quería darle la satisfacción de pensar que aún le importaba.
En un momento, Eleanor comentó algo que hizo que ambos se congelaran.
"Espero que pronto me den la noticia de un bisnieto. Ya es hora, ¿no creen?"
Brith casi derramó el vino que estaba bebiendo, mientras que Brihana apretó los cubiertos con fuerza. Sus ojos se encontraron por