Confundiendo a los bebés.
El Jeque llenó de flores, de regalos para los bebés, más para su esposa el tenía un regalo muy especial que había anticipado con tiempo.
Cuando los bebés llegaron, ellos solamente estaban envueltos en una manta, y llevaban puesto un pañal, todavía había que cambiarlos, y aunque había calefacción en la habitación, todavía se sentía helado.
— Señor Ali, le entregamos a los gemelos, ellos están sanos y sin un rasguño, ¿Quiere que le ayudemos a cambiarlos de ropa? — Preguntaba la enfermera.
— No, lo haremos nosotros, pero quiero que estén al pendiente en todo momento de las necesidades de mis hijos y las de mi esposa.
El hombre no mostraba ninguna sonrisa, era serio e inexpresivo con las personas, así que las enfermeras asintieron y se retiraron.
— Visitamos a los bebés, Amy.
El asistente cargaba a uno de los niños en sus brazos, el que tenía estaba despierto, no lloraba pero se movía.
— ¿De que maleta debo vestir a este bebé? No sé si es el niño o la niña, ¿Tú lo sabes? — El