C97-¿NO CREES QUE ES MUCHA CASUALIDAD?
En el despacho privado de la mansión Blackwood, el aire estaba cargado de tensión. Sobre el escritorio había mapas, rutas y notas apiladas como una promesa de guerra que no terminaba de empezar. Cassian los miró sin verlos, con la mandíbula trabada, la fatiga y la desesperación marcadas en cada línea de su rostro; mientras tanto, Ailyn observaba por la ventana con los hombros tensos.
—No podemos esperar más —dijo Cassian levantándose de mal humor—. El sanador no puede hacer nada sin la Luna y nuestra Luna... —apretó los puños, tragando su rabia— es una traidora que huyó con nuestro enemigo. Tenemos que buscar otra cura, tal vez en los archivos antiguos o llevarlo a nuestro mundo, lo que sea. ¡Pero no voy a dejar que mi hijo muera por lealtad a una mujer que nos vendió!
Entonces Ailyn se giró y sus ojos, siempre serenos para él, ahora brillaron con una furia contenida que lo dejó helado.
—No —dijo, firme.
—¿Ailyn? —la incredulidad le partió la voz