C69- NOS VEREMOS PRONTO.

Ailyn avanzó y Cassian, que segundos antes había mostrado la vulnerabilidad de un guerrero caído, intentó recomponer su postura. Enderezó la espalda, pero el dolor le arrancó una mueca que no pudo disimular.

—No necesito que vengas a cuidarme —gruñó, pero su voz carecía de la dureza habitual.

Ailyn se detuvo junto a su cama y cruzó los brazos sobre el pecho, para luego darle una sonrisa.

—No vine a preguntarte qué necesitas. Vine a decirte lo que vas a hacer.

Rowan y Anya intercambiaron una mirada cómplice. Era fascinante ver cómo Cassian, el temible alfa que podía hacer temblar a hombres con solo una mirada, parecía encogerse ligeramente ante su mujer.

—Estoy bien —insistió Cassian, pero el temblor en sus manos lo traicionaba.

Ailyn se sentó en el borde de la camilla y tomó su mano entre las suyas, deteniendo el temblor con su toque.

—No, no lo estás —dijo con una suavidad que contrastaba con la firmeza de sus palabras—. Y está bien no estarlo, amor. Incluso