Mientras tanto en la cabaña…
Alana estaba aterrada, veía al maldito Leónidas con asco y repulsión, mientras el maldito se seguía desnudando de prisa.
__ No te atrevas a tocarme maldito cerdo, _ gritó Alana, pero cuando aquel hombre la empezó a besar, él se subió totalmente desnudo sobre ella y frotaba su cuerpo contra el de ella, después comenzó a besar sus senos, ella con mucho dolor se dio cuenta de que nadie vendría en su ayuda y en ese momento sintió la intención de Hasim de contactarla y ella lo bloqueó, pero no sin antes transmitirle un mensaje a través del pensamiento. “Lo siento Hasim, pero ya nadie puede salvarme, no dejaré que compartas todo este terror conmigo, te amo gran amigo”.
__Ahora soltare tus piernas, para que puedas recibirme, tomaré tu virginidad, tu pureza y seré yo el Gran Rey Leónidas, quien te convierta en mujer, _ dijo con sarcasmo y una gran sonrisa de satisfacción.
Alana estaba llorando, pero aun así no dejaba e insultarlo
__ ¿Dices que tú serás tú quien me