Los pasos de Bosco se detuvieron bruscamente, frunciendo el ceño: —¿Dónde has visto ese razonamiento? Si pensara eso, en la Villa Midin ya no cabrían más, y aún quedaría un sitio vacío para que acogieras a Héctor...
Cuánto tiempo había pasado y todavía guardó rencor.
—En los dramas de amor.
Bosco frunció el ceño: —ve menos ese tipo de televisión tan poco nutritiva en el futuro.
—¿Pero sigues viendo dramas de amor?
—Fue una mala idea de Javier...
Javier dijo que a las mujeres les encantaba el romance, a Bosco no le interesaba ese tipo de series, pero por Cecilia, se obligó a verlo.
—Pfff —Cecilia no pudo contener la risa—, es un soltero, ¿cómo te atreves a hacerle caso? Si realmente tuviera los medios para perseguir mujeres, a su edad, probablemente ya tendría un segundo hijo.
Bosco aprovechó para preguntar: —¿Y qué te gusta?
Cecilia se lo pensó y puso un ejemplo: —Alguien como el señor González, supongo.
Sabía hablar de forma adecuada, sin escándalos, tenía alta inteligencia emocional…