Fernando, temeroso, nervioso tenía que preguntarle a Katherine que iba a pasar con ellos, él no iba a soportar separarse de ambas, así que ser armó de valor y hablo:
—Katherine, te quería preguntar: ¿Qué va a pasar con nosotros? ¿Te vas a regresar a la casa del padre Fausto? —indagó con la voz temblorosa, observaba a la pequeña con nostalgia, no quería separarse de su hija.
El corazón de Kate tembló, miró a su hija y luego elevó sus ojos hacia él:
—Fernando, yo no sé qué hacer —declaró—. No quiero depender de ti, en la parroquia tenía mi trabajo, me gustaría volver a mis actividades y mi propio dinero —comentó—. Por otro lado, sé que es muy pronto para regresar a mis labores, Ángela está todavía muy pequeña y yo no tengo experiencia en esto de ser madre, si vuelvo a la casa del Padre Fausto, las señoras que trabajan en el centro me pueden ayudar, pero no siempre tienen tiempo disponible.
<Queridos lectores paso a dejarles estos tres capítulos, y a desearles un excelente 2022, la próxima actualización será el día lunes, salgo de vacaciones desde mañana, y pido su comprensión. Les envío un abrazo enorme desde Ecuador.